Orgullo y Paro

Sangre, balas y vergüenza.

Sí, quisiera llamarle orgullo
pero más me invade la rabia.

Cuando el arcoiris se torna en indiferencia
por las armas, el odio, las jaulas.

Asesinan a diestra, siniestra y cruenta
a la humanidad cuál nunca fue adepta
al pueblo que su estirpe no concidera.

Si Marcha viera lo que han hecho con su resistencia.
Sí Silvia fuera el rostro de esa bandera
no habría fiesta, ni dragas, ni unicornios
ni esas enormes alas trastornadas
ni nada que su falsa petulancia representa.

Ahí, en medio de la oscuridad, solo quedaría
los disparos, las bonbas, la condena.

Que jamás ha sido orgullo, siempre fue soberbia, desprecio, avaricia y apariencias
dónde maquillan con la más vil escarcha
a las pistolas, la violencia, las muertes ajenas.

Sí, quisiera volver a mirar con orgullo
pero sus almas son frías y rastreras.

Sí alguna vez significó levantamiento y protesta
hoy es facismo travestido con lentejuelas.