TRANSPIRANDO VELAS

En medio del deseo y del decoro
arde al rojo borde de candilejas
la desnudez por libidinosa seducir
en derroche de flamas pasionales
cuando se tienta y quema la piel.

Y con tanta lumbre sobre el cuerpo
contrasta a oscuras el sensual fulgor
con la huella incinerada de caricias
los inflamables besos del delirio
y el fuego cual pretende incitar. 

Lento se derrite la cera ante los goces
la lengua calcina la lujuria de la noche
al estremecer excitado a un mechero
que se atreve a avivar con vehemencia
el vaivén de una fogata concupiscente.

A contra luz irradian las agitaciones
agostando rijoso al placer en jadeos
donde se aplaca la velada extasiada
con la fogosa iluminación mojada
para exudar velas en las entrañas.  
   

INDECIBLE

De blanca tez es mi papiro.
de ébano revuelo es mi perjuicio.

Inefable ver
cómo enfrentar, escapar
si al plasmar esos ojos
una solemne turbación
me insiste por imprimir
un impetuoso arañazo.

De vestido rojo viene mi miedo
de transparencia va mi instinto.

Necesidad mía
rastrear sobre el lodo un zafiro
que me decore más inenarrable
para escupir hollares en exigencia 
por traspasar la cortadura metálica
entre el pergamino y la belleza.

De cuerpo y alma son mis intransigencias
de amarilis condenado será mi grandeza.

Hierro deseable
custodia al aire de esa mujer
porque ha trenzado los enigmas
y va a sucumbir debajo del polvo
cuando me instaure en manceba
de una cuestación innombrable.

ÁBSIDE

Despiadada luna degollará
destrozará al presbiterio 
a la sensatez, al hemiciclo
y de terciopelo negro saldrá.

Contaminación por cada poro
con cortaduras de perversidad
bajo navaja de maligna pasión    
pondrá al placer sobre el altar.

Y de beso a beso, por púas
por sangre de piel espinada
en sacrificio del mal juicio
en averno tacto se perderá.

Desnudará con muerte un engaño 
como flor quemada sin conciencia
que al vil dolor de sensibilidad
entre bóveda cruenta lo encerrará.

DEBAJO DE LA SIGLA

Donde el amor es granítico
se forjan seres genuinos
de la vilorta en recios tintes.

Distintos, auténticos, enfrentados
los corazones se funden a la felicidad
y hombres aglutinan la piel a la lid.

Duerme una familia entre valientes vientos
por abordar en instantes de afecto al abrazo
de esa madre semejante pero mujer desigual.

Durante la permuta del sol a luna
brilla en las estrellas el fragor de la ventura
para abrir la crisálida y volar la transformación.

Derramaría a la desidia mis íntimos secretos...  
mas he mirado un ángel unificando su sexo
¿Cómo mutilar un misterio que nace supremo?

De los individuos de equidad urge el respeto 
cuando la abreviatura se une a la libertad
se encuentra la verdad de un mundo diverso.
   

IPSO FACTO

Porque instan en mí
los bríos de una musa
por inminente expresar
la beldad del arte
que brama sensitiva
en el inmediato del llanto
en la codicia de la alegría 
y en la confidente locura
cuando urge en el acto
atender a los grafemas
cobijados con el don nato
del diseño de poeta
cual nunca se ciega
escribir bajo una vela
donde irradia una luz
para hilvanar al alma
y engendrar cuantas letras.

MIL VECES POR NOCHE

Una y otra vez
bailas sobre mi desnudez
donde peregrinan las caricias  
y los besos siempre deliran.

Una y otra vez
se resbalan mis cabellos
por sensual esclavina
y la pasión de los pechos.

Una y otra vez
la lengua humedece
al ardor, a la excitación
cuando fogosa se moja la piel.

Una y otra vez
me penetras al placer
por cada comba, cada surco
del deleite con rígida riel.

Una y otra vez
en gemidos se estrujan los muslos
en sudor se embriagan los espasmos
en frenesí pongo mis encantos.

Una y otra vez
soy tuya entre la dilección
de una ansia hambrienta
por desflorar el anochecer.

VICARIA DEL DESACATO

Cuando el oro descuella ominoso
y la sacristía transparenta la ambición
un báculo con una cruz en el poder
emerge entre las llamas del infierno.

Alba del trono vistiendo al apocalipsis
hace amanecer el anillo nepotista  
para castigar a los besos humillados
sobre la condena de la corrupción.

Incestuosos fornican el pálio y la mitra
como Cesar, Lucrecia, Alejandro
que consagran al grey en el pubis
dando al eclesiástico la ramera de Dios.

E intentan ocultar bajo la casulla
toda la obscenidad de las cúpulas
donde proclaman las riquezas
del sumo pérfido a la gobernación.