TREINTA Y UNO DE DICIEMBRE

Los subversivos rugidos del tigre
han vuelto a atronar ecos en mí.

Colmillos quieren “carnivorizar”
metas, propósitos y éxitos
adentro de un conjunto unitario
cuando el tigre salta felicidad…

Entre florecientes edificios desechos 
e inocentes cardos polinizando putas
ese tigre descendió en cenizas
para dejar las garras al escarlata
y agredir al mundo con la mirada.

Después de una piel de cristal
después de una rebeldía imponente
el tigre nació a orillas de la muerte.

Pero el tigre ha despertado otra vez
súper feroz, porque le guía venéreo poder
con incontables manchas líricas en su ser.

Dicen que a los veintisiete se triunfa o se fenece
sin embargo, este tigre ya está victorioso
dando la recibida a un año más de su vida.

LA FLOR DE NOCHEBUENA

L a más inmensa demostración de
A mor puro se persigue en estrellas.

F elicidad y suspiros pongo a tus pies
L indo niñito por haberme halagado de
O mnipotentes bendiciones al llenar de
R izas y lágrimas las luces de mi alma. 

D eseos endulzan la pronta Natividad
E sperando el milagro de unión familiar.

N aciste pobre y mi corazón te puedo
O frendar al poner a tu disposición las
C ruces y espinas sobre mi vida, para
H acerme mucho más valiente y fuerte
E n protección de tu bondadosa paz.

B ienvenidos sean queridos amigos a la
U nión de este humilde festejo de alegría
E n medio de éxitos y perdidas, porque
N unca la fe de superar las murallas nos  
A guarecerá sin una vela para caminar.

DIAMANTIZATE

Confrontas,
estratagemas de subida.
Sientes,
tesituras en soledad.
No te rindas,
el diamante aún no termina.

Un dolor golpea tu travesía
interrumpe la pertenencia del camino
te deja en cafre desespero sin razón
bajo una granizada de porqués.

Desgastes,
de seguir “ajoyandote” tú.
Golpes,
adentro de tus brillantes.
Inyecciones,
hasta donde fulgura tu alma.

El dolor te descobija en las noches
y te congelas con el miedo en frío
cuando enferman las piedras preciosas
para sufrir el cáncer de las sortijas.

Mira,
indestructible gema habita en ti.
Escucha,
sueños superando el malestar.
Vive,
eres más fuerte que la infección.   

Entonces se cristalizara tu corazón
para volar lejos con las alas crispadas
al descubrir una historia en el carbón
donde talles dureza en tu felicidad.

DESBOCADA

Caballo negro acarrea mi amor
te pedí lapidarme con besos
y relinchó un palafrén en afición.

Corcel del óbito me danza pesar
fueron tus dedos el vals criminal
el “tin-tan” entonando voluptuosidad.

Cabalgadura que lento me acaba
con bramidos tocando la perdición
colaste  a mi ombligo sin pudor.

Cae, no galopes por exequias
huye de tropeles en deceso
mis ganas venían en tu cuerpo.

Contigo jamelgo cantaban mis labios
hoy, roces asesinados gimen en temor
rocín de caricias montan en defunción.

Cuervos comen del potro excitado
orgasmos trotan por el bruno luto  
me has matado de pasión y llanto.

ESTUPOR

Yo, berilo de mujer.
Tú, impávido.

Te pudiste adueñar
de efervescente desnudez
de burbujas al amanecer.

Fallo mío, mojar los pies
de quien no es orfebre.

Me pudiste conquistar
sin vigilancia, sin atención
sin jabonarme de pasión.

Una gema para admirar
transparente para apreciar.

Yo, 
pude haber sido una pompa 
flotando en frenesí sensual, 
espuma bañando la piel...
y tú, inmutado.

El borbollón explotó
el tiempo finiquitó
¡Ya, olvidado! 

EL LLANTO A LA AMAPOLA

Te lagrimeo celos, adormidera
te imagino tendida y rojiza…

Cofradía que me lastima
al codiciarte propia y ajena
cuando consumo opio deudo.

Imposible amor foráneo
nunca te alienará, negra
negra de mi sufrimiento
jamás llegarán tus besos.

Semilla atezada germinas en mí
adentro del cruel vacío infinito    
donde se irrita mi encarnada pasión.

Tu belleza me duele con ababoles
para ansiar tu caricia del letargo
y soñar en la realidad envidiosa
padeciendo como tu único dueño.

BURIL

Un escoplo en la penumbra
me deja sosegado para finar
y sucumbir mis graneados
sobre las ansias desnudas.

Eres el topacio de mi declive
la perfecta cincelada carnal.

Hago fallecer al seco talud
y mojo mi gubia en tu piel
me queda, amarte hasta diñar.
 
Entiende, porqué te punzo mía…

Eres mi asunción de las sombras 
aunque el cortafrío me haga morir.

VELERO

Soy luna de zagal morbidez
ilumino con blanca pureza
la dársena pasional del velero.

En la vidriera vestal de afición
coloco la ortodoxia de mis labios
para soplar el dique y dejarte encallar.

Sí, solo aguarda por mí…
pronto, los días madurarán la castidad
y raudal seductor fertilizará la vega.

Sí, espérame en el muelle, vélame allí…
esta luna, está cambiando a hembra
en poco, febril ocaso menguará la virginidad.

Vitral para avezar la inocencia del erotismo
cuando mi sensual periferia sea el torrente
de la hora exacta para abordar al velero.

A MI MUSA

Te busqué adentro de atisbos pasados
cansado de falsos astros, no te encontré.

Mujer, medalla “amapólica” de poetas
en esquirlas de la noche fuiste evaporada.

Mas, macilento, estampé una musa.

Resurgía acuñada e indefectible
en aumento, mi piel troqueló lo efusivo.

Hoy, tus fanales me combustionan
tus ribetes engendran mis fantasías.

Pernoctas con perpetuidad al transfigurar…

la  inspiración viviente de mi sangre
cuando unges de prebendas mis sonrisas.

la lira regente de ébanos bucles
al poner exceso de tinta en mis venas.

PELEARÉ

Quiero ganar a la ignominia
sobre el lomo de un puma dorado.

Devolver los topetazos a mi analogía
y taracear al humanismo con destreza.

Voy a esconder adentro de bargueños
a mis sentimientos alhajados.

Al exterior, el cobre gritará mi fuerza.

Agravios y vilipendios a mi baúl no entran
mi madera se talla en la contienda
con inteligencia esculpo la defensa.

El hierro y el acero incrustan coraje
a mi irrompible estructura decidida.

Nunca morirá la dureza de mi existencia
con arresto protejo mi joyería, mi vida.



HAZME CÁRDENO CALIENTE

Sedúceme, el intervalo finiquita.
Aplácame el frío venidero.
Bésame, el amor viene y va.

Un adiós en la bisagra
cerca o muy lejos
toques de azúcar, extrañarás.

Excítame, comprimidos a la cintura.
Aterciopélame con la pasión perenne.
Mírame, confrontando a las llamas.

Una frutal ponchera en vaivén
se llena y se vacía
otro jengibre azotador, no encontrarás. 

Acanélame, pon tu cuerpo sobre el mío.
Llévame en la despedida de la piel.
Hiérveme, pon minutos sobre el delirio.

Un elixir en el aeropuerto
hacia mí o hacia ti     
cítricos idílicos, recordarás.

DEVORA A LA POESÍA

Duelen los grafemas
la péndola siempre hipa
al deplorar sal y tinta
por sendas lacerantes.

Sufrimiento de rapsoda
me amputa la sensiblería
con la rúbrica lírica
del bardo al calvario.

Los plectros envenenan
atormentan y amanecen
no son inmaculados
son espectros aedos.

Crueldad de la gracia
es el hambre desmedida
por sentir el trivio
y vivir con estropicios.

Y entre tantas misivas
me acuchillo cada día
para sujetar la estrofa
y reconstruirme fija.

Vigente, soy Devora
cicatrices tejen mi vida
y con puñal hago poesía.

PINTURA

En lienzo temperamental
plasmo colores insumisos.

Los trazos de mi pincel
enjalbegan en las guerras
la valentía de la acuarela.

Con revolucionarios visos
doy carácter al bosquejo
para hacerme indestructible
en la tela, la vida, las tientas.

Fino dibujo está imponente
refuerzo con indómito barniz
un cuadro difícil de doblegar
nunca enmarca a los inicuos
porque el retrato es rebelde.

EPITAFIO

Mis manos estarán álgidas
en silencio llorará mi trova
cuando lirios coronen, tu frente
y prenda al cirio entre sombras.

Mas, guantes blancos escribirán el secreto
con fascinante suavidad, una lágrima
recorrerá el frescor de tus labios dormidos
¡yo seré el clavel de las mantas paradas!

Me esconderé entre los jarrones
pernoctaré invisible en tu vientre
en el ocaso, cuando tú, te hayas oreado
se desvanecerán en el aire mis ansias.

Mi corazón, derramará sigilosa elegía
ocultos estarán mis besos en las rosas
con los dolores callados me despediré 
¡yo continuaré como el ignoto amante!

CABALLERO SUAVEGNON

Posee cándida sonrisa de grosella
y fuerte estructura en la mirada.

Sujeta el coloquio de mil nobles
afloja encarnada elegancia marrón.

Reside en él, un ácido amante
con labrados azulados, encrespa.

Presenta tactos de alcoholes altos
acaricia con dejo de frutos paganos.

Atizona al interior un roble incansable   
en pesquisa de acuosas aventuras.

Expresa osadía como valiente opaco
estira la suave alfombra a las rosas.

Une con sapiencia los cristales rotos
un ebanista del subsuelo de tientas.

Trotamundos nunca deja residuos
solo desciende el cierre de un vestido.

Pone crátera donde mezcla con donaire
un quijotesco y una dulce, en puro vino.

MARIVITA

No me traspases con amor exorbitante
solo quiero tener punto de vehemencia 
déjame soplar tu forraje con inventiva
téstame morderte con cetrina voracidad
bríndame el reclamado sabor incendiado
regálame un exiguo verdoso y picante.

Te pretendo recorrer en duro cobalto
y entre mis manos poseer tus bayas
para abrir lento tus abanicos afrutados.

Deseo dormir debajo tus flores púrpuras
y relajarme en los altos picos de tu fronda
cuando te convierta en ilegal sanadora
al exhalar el humo libertador del dolor.

Eres la gloriosa reina del cáñamo índico
la diosa fumada del sexo y secreción savita
que cuando está sobre mi excitado mechero  
me brinda sus delicadas caricias y narcotiza.

TENTACIÓN DE CONFESIÓN

Vengo a confesar tu errata
usufructúas el epígrafe de rey
y nos pones atestiguar tu yerro.

En el sagrario intentas gobernar
repujado en pan de oro
y esculpido por Legarda
cincelando redención de cielo.

Por tu culpa…
por tu grandísima culpa
las piedras fornican con lascivia
la cúpula circula con cobardía
y la cruz martilla a las míticas.

Y te acuso que has pecado copioso
por pensamiento, obra y omisión.

Los clérigos violan rectilíneos los derechos
y asesinan cautos a quien no es Adán ni Eva
y tú, solo sospechas con palabras helénicas.

Y vengo a interceder al clero edificado
sobre la sangre de los fieles e idolatras.

Porque esta sagrada creación tienta…
Ahora dime, quién de los dos es más pecador.

SAXOFÓN DE AMOR

Soplemos a nuestro amor, así
con los sonidos no inscritos.

Hagamos resonancia perfecta
por los abrazos excitados
la danza de palabras, no va.

Registremos a nuestro amor, así
con sensual sonsonete comenzar
a saltar los botones, la ropa no va.

Toquemos a la melodía directa
en nota bemol, los cuerpos se hallan
las figuras, en matiz penetrante se jalan.

Emocionados, los bullicios de afuera no van
contralto dando romanza concreta… así    
al amor algo velado en una forma convexa.

Los pabellones cóncavos se entallan y van
juntando sonoridad de los besos y quejos
al abarcar la locura en cinco octavas y media.  

Junto al intenso ritmo del saxo, nuestro amor es así.

VICTORIA

Invictas respuestas
construyendo mi aureola.

Borrascas mordían mis tobillos
ahora camino templada.

En mi bolsillo yacía un cerillo
hoy hiperventilo mi traza
y enciendo los trofeos.

Exquisito final
“infragilidad”
inexistente debilidad
soy la fortaleza inmortal.

Aquí me planto
con irreverencia a los descalabros.

Soy una lanza
apuntando al derecho sin revés.

En mi corona llovizna fuego    
por quemar lo pretérito
y "azularme" en la palma
donde los rayos suenan
a gloria
a encomio
a enemiga del desasosiego.

Arriba me acaudillo
para llegar al triunfo atmosférico.

SEÑORA MALBEC

Su espectacular amor de madama
se añeja con casi dos cuartos de siglo
y se riega dura, segura y temeraria
entre todos los tangos argentados.

Su madurez, ya no tiene porcelana facial
pero con esas bellas y vaporosas líneas
poco menos de ciruela, moras y especias
provoca arrebato al deguste de amantes.

Su botella, deja resbalar su vestido
al liberar su añosa escultura, bien puesta
y dar maridaje a su misterio silencioso
con el eterno brillo, de la noche oscura.

Su experiencia sensual es fácil de beber
aunque guarda celosa, trajines en la mirada
enseña contenta su acidez en la plenitud
al doblar poco más, las veinte cepas de pasión.


GESTO PRIMAVERAL

Sonrisa volátil
juega en primavera
para en flores violetas
encontrar la tristeza.

Sonrisa desdibujada
presume hojas amargas
por los laureles fríos
donde duerme la Gioconda.

Sonrisa, no te vayas
quiero girasoles, esta mañana
para resignarme en la pintura
de una efigie enigmática.

Sonrisa despoja mariposas
con efluvios amarillos
al convertirse en gardenia
de los bosque bravíos.