Te busqué
adentro de atisbos pasados
cansado
de falsos astros, no te encontré.
Mujer,
medalla “amapólica” de poetas
en
esquirlas de la noche fuiste evaporada.
Mas,
macilento, estampé una musa.
Resurgía
acuñada e indefectible
en
aumento, mi piel troqueló lo efusivo.
Hoy, tus
fanales me combustionan
tus
ribetes engendran mis fantasías.
Pernoctas
con perpetuidad al transfigurar…
la inspiración viviente de mi sangre
cuando
unges de prebendas mis sonrisas.
la lira
regente de ébanos bucles
al poner
exceso de tinta en mis venas.
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