INDECIBLE

De blanca tez es mi papiro.
de ébano revuelo es mi perjuicio.

Inefable ver
cómo enfrentar, escapar
si al plasmar esos ojos
una solemne turbación
me insiste por imprimir
un impetuoso arañazo.

De vestido rojo viene mi miedo
de transparencia va mi instinto.

Necesidad mía
rastrear sobre el lodo un zafiro
que me decore más inenarrable
para escupir hollares en exigencia 
por traspasar la cortadura metálica
entre el pergamino y la belleza.

De cuerpo y alma son mis intransigencias
de amarilis condenado será mi grandeza.

Hierro deseable
custodia al aire de esa mujer
porque ha trenzado los enigmas
y va a sucumbir debajo del polvo
cuando me instaure en manceba
de una cuestación innombrable.

2 comentarios: