QUERELLA DE AMOR

Ying y yang cercenado con dao amargo
en maldita pendencia de la muralla,
bajo cruel y mezquino filo, morimos
de la dinastía que petrifica el corazón
cuando llora esta reyerta nuestra distancia.

Mi piel se ha quedado velando la estatua
en lamento y añoro por mi horquilla ser
cobre, zafiros y plata enjoyando cultos
a la pasión de dos cuerpos en sagrada opera.

Ahora la soledad riñe contra el tatuaje
de las caricias con tinta del deseo,
pero soy porcelana en plena protección
de la danza del dragón besando mi espalda.

Mis quimonos están en deceso
ya no se abaniquea mi belleza
si bien, nuestro Ming ha sido aislado
yo estaré aquí, amándote, marcial eterno.

CEIBA AL VIENTO

Nunca se podará del axioma
está “raízada” al pensamiento
como sembradío en desnudez.

Nunca el bosque vio tal vergel
de zarzal tamizando sensual
la grandeza a primor de piel.

Nunca un esbozo de hembra
ha brotado en exquisito tallo
que braman, rijoso, las caderas.

Nunca se deshidratan los senos
por caricias sobre cónicos frutos
ansiando apasionar a las semillas
para delirar en almohada de borras. 

Nunca el horizontal fue tan extenso
cuando ramifica rojizo los antojos
y espina en la copa a los jadeos.

ADIÓS ROCOCÓ

Senectud en coetáneo, aposta el trecho arcaico
al ajarse esteparia, la piel en loza galga
para desvanecer la exuberancia de hidalga
y reflectar, en espejo, al tiempo hecho mosaico.

Acuarelas han marchitado el tono velico
de una reina suntuosa y pasión cabalgada
cuando entre las piernas, enacera resalga
la voluptuosidad del seductor lapso rico.

Opulenta adorna las comisuras con gemas    
del recuerdo agostado, donde añoran secas
las magnolias, una juventud sobre diademas
que envejecen taraceando con piedras y brecas.

La diosa, en decadencia, deplora todas las cremas
del remoto y libido muertos, junto a muñecas.

EN LAS AGUAS DE ONDINA

Destrucción o salvación no difieren
solo existe magnificencia de encantos
e insigne sensualidad como alicantos.

Seducir e incitar es el naufragio perenne
de zambullirse sin aire, la desnudez mítica
cuando las caracolas engaitan suplicas.

Con besos se ancla el deseo al fuego  
para flotar en una guindola del delirio
sobre el cuerpo hundido de martirio.

El mar nunca soslaya regar la arena 
que zozobra entre perlas a duras ganas
por extasiar la belleza en linfas ufanas.

La humedad se salpica por las sábanas
donde la fruición es la mojada agonía
al irrigar con cataratas la colofonia.

MOJADO EN TU PERFUME

Sin importarte mis huesos
esparces sobre tu cuello
un suntuoso olor pérfido.

Me sentencias con colonias
a desterrar mi amor odorífero
para tú ser dueña del aire
y mi eterno almizcle dilecto.

Expelas las más negras flores
por no poseer aromáticos besos.

Rocío va incensar me al lodo
cuando no atañe mis vahos
que acarician fragancias
en ambrosía de tus antojos.

Si bien estoy calado en tu panacea
jamás voy a inhalar tu efluvio egoísta.

BRILLANTES SIN PIEDAD

Si las guerras tuvieran armas de mujer
sus batallones serian cargados con putas.

Centelleantes son sus senos
dilucidando las espadas
de los insulsos excitados
bajo el sudor cruel en batalla.

Dejan anublar a los besos
que combaten por alhajas   
sin dar lastima a los plebeyos
con el poder de sus vulvas soberanas.

De diamante son los deseos
y de oro cubren sus aposentos
para irradiar malicia en los falos
de bastardos pretendiendo agrados.

Y conquistan las estratagemas
por la desnudez despiadada  
sobre la piel ambiciosa y amarga
de una reina devoradora enjoyada.

Es la expugnación de las furcias
en oblación a las coronas imbuidas
por ser féminas de potestades dementes
y almas recias cuando al tocar vencen.

Si las camas develarían sus derrotas
los hombres putearan en perdición de dama.

QUIERO SABER Y NO LLORAR, VOY A SOÑAR

Avalo sueños en insolubles días
cuando camina el inverosímil destino.

A colérico de papel lo sacude el viento
al matar y destruir la confabulación errante.

Y las fuerzas desasientan las insignificancias
por implorar poder acunar una lágrima.

Me pierdo en la nulidad
y aunque sigo titilando en el cielo
mis manos desaguan el aliento.

Es la imprecación del anhelo sangrado  
es el desgarre de la fogata deseada
sobre la pesadumbre de mi alma.

Mi corazón gime al cederse carente
adentro del corte y veneno con vida
donde se transparenta la ulterior rima.  

Un sollozo, en el tiempo, borrará mis letras
y desearé transcurrir la inmóvil péndola
culpando, cruel, al pasado bohemio.

Y por fin podré saber…
el sabor del placer en lo azucarado
cual nunca desampara en muerte a un sueño. 

TODA MUJER

Es destello de cariño
en socorro fundamental
por el mágico morapio
de beso y sentimiento.

Es verídico corazón
sin falsedades raudas
en lo profundo del soplo
que mata sufrimientos.

Es un deseo impetuoso
de las cosas más simples
cuando con sutil sonrisa
hace renovar al mundo.

Es amor desbordante
al proliferar caricias
sobre urdimbre de pasión
al pespuntear placer.

Es maligna a la malicia
nostálgica por cuidados
subvencionando miedos
de todos los inmediatos.

EN TU MIRADA MIS SUEÑOS

De mi espina dorsal
arrancaste el estigma
e impregnas a tus ojos
la riada firmeza de estallar.

Te veo legatario mío
para en atolladeros dar
los cuentos de mis retinas
y heredarte todos los cielos.

Chiquillo continuador
asemejas en tus pupilas
mi  candorosa  aspiración
sin "rasgamiento" de energía.

Te custodiaré inocente
dentro de mi región costal
para recitar a la posteridad
con mi vista sobre tus anhelos.