QUIERO SABER Y NO LLORAR, VOY A SOÑAR

Avalo sueños en insolubles días
cuando camina el inverosímil destino.

A colérico de papel lo sacude el viento
al matar y destruir la confabulación errante.

Y las fuerzas desasientan las insignificancias
por implorar poder acunar una lágrima.

Me pierdo en la nulidad
y aunque sigo titilando en el cielo
mis manos desaguan el aliento.

Es la imprecación del anhelo sangrado  
es el desgarre de la fogata deseada
sobre la pesadumbre de mi alma.

Mi corazón gime al cederse carente
adentro del corte y veneno con vida
donde se transparenta la ulterior rima.  

Un sollozo, en el tiempo, borrará mis letras
y desearé transcurrir la inmóvil péndola
culpando, cruel, al pasado bohemio.

Y por fin podré saber…
el sabor del placer en lo azucarado
cual nunca desampara en muerte a un sueño. 

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