ARCADUZ DE LA MUERTE

Malditos sean los caños, oro negro
donde explota, sin piedad a los daños
de la selva, por la jungla que agota  
toda naturaleza, de la vida disuelta.

Crudo malo, destrozo de riqueza    
has matado, para el control avaro  
de mis tierras y mis ríos alastrados
con veneno, bajo pestes y guerras.

No hay cura, esqueletos al ceno
zafio mueren, labran sobre basura
sobre escoria, de quienes acogieren.

Lloro al trasto inhumano, Amazonia
de acuarela, cómo limpiar la vil brea
cual petrolea a mi pueblo en yusano.    

POEMA CL

Cuento luciérnagas
en el destello del segundo
cuando el tiempo deplora
las noches de refulgencia.

Cuento luciérnagas
para alumbrar la desnudez
entre las fogosas umbrías
y a la piel poder esclarecer.

Cuento luciérnagas
como estrellas macilentas
al aluzar la negra distancia   
que brinda una llama mustia.

Cuento luciérnagas
bajo blanca luna encendida
cual me apresura en candela
por prender al faro en dicha.

Cuento luciérnagas
donde la opacidad es compañía  
pero pongo al amor en lamparilla
para siempre atizar su albúmina.  

SERPIENTERNA

Serpiente eterna en ascua, el cuerpo grita escamas
de reptil estropeado, con cáncer en adagio    
que peregrina la piel y padece entre bramas  
la obsesión por regenerar con caricias al contagio.

Cefaloma besando, boa dañando maligna
mientras los senos oprimen el deseo, el dolor
de implorar manos palpando en labor fidedigna
la resequedad del cutis y la aflicción de su color.

Va, se arrastra, se incendia, con veneno abrazador
se condena a extirpar la pasión y perder el tacto  
hasta orillar las caderas de la culebra al fragor
cuando sea insoluble magrear la figura en actos.

Repulsiva lisonja, desdén al áspid de tocar  
se lamenta bajo las obscuras mantas del furor
fría, se encuentra, víbora sedienta de rozar
la nueva y bella tez que acaricia sin pudor. 

LEVITACIÓN

Se eleva en el espacio 
por el trance fatídico
donde se izan los deseos
con la escisión del cuerpo.

Complacencia de la piel
bajo anónimo placer
circunvala entre el lance  
cuando en peligro se divierte.

Abandonar el ánima
sobre comisas blancas
es la intensa pero mínima
cimentación de la vida.

Y al sufrir vuela al frenesí
a veces, un beso en devenir    
otras, solo la conciencia fútil
que cede a eros y se deja morir.