Duelen
los grafemas
la
péndola siempre hipa
al
deplorar sal y tinta
por
sendas lacerantes.
Sufrimiento
de rapsoda
me amputa
la sensiblería
con la
rúbrica lírica
del bardo
al calvario.
Los
plectros envenenan
atormentan
y amanecen
no son
inmaculados
son
espectros aedos.
Crueldad
de la gracia
es el
hambre desmedida
por
sentir el trivio
y vivir
con estropicios.
Y entre
tantas misivas
me
acuchillo cada día
para
sujetar la estrofa
y
reconstruirme fija.
Vigente,
soy Devora
cicatrices
tejen mi vida
y con puñal hago poesía.
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