Necesariamente
como gotas a la mar
se dan mis lágrimas al suelo.
Inconscientemente
como burbujas en el aire
se van mis sueños al vuelo.
Idearios de fe
plumajes de desdén
sufren bajo un sueño errante
a veces, a orillas del estiaje.
Inmaculadamente
allá sobre las alturas
mis anhelos reputan por alejarse.
Narcoticamente
muy en las profundidades
mis ojos pregonan infelices oleajes.
Aleteos de vida
o alas ya marchitas
zarpan a bordo de sollozos
a veces, son tristes desvelos.
Pues bien
esa sirena, madre, enemiga
naufraga mis deseos entre lamentos
simplemente por ser aquella cual siento.
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