Y se convierten en polvo
todos los sueños sin credo
de suspiros irreales al ser
solo sombras de ilusión.
Se enmarcan mis éxitos
como encomios en cofradía
para metalizar las apologías
y hacer de oro a los elogios.
Se funde con besos a mi pecho
el amor cual aun incremento
cuando entrelazo a mi fuerza
la dicha de mi piel en lunas.
Se van perdiendo los sollozos
desaparecen los golpes, los enojos
y le imploro a los nuevos vientos
que me haga olvidar los equívocos.
Se va mi día, mañana sufre mi vida
con un año de ida y otro de encendida
donde ansío estar azulada de alegrías
y desterrar las remembranzas tardías.
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