a veces, se cubre los senos ya mullidos
y otras, se desnuda al exterior entre anhelos.
La madrugada para una mujer es devoradora
noches resguardan silencios bajo respiraciones
días sobre holguras al encuentro de la palabra justa.
Las acciones de una mujer son malditas
pasados de inocencias corrompidas
futuros de añoranzas tardías
presentes de almas vivas.
El vientre de mujer es de beligerantes mentiras
niñas pariendo reticentes hijos
ancianas hundiendo en las entrañas las cobardías
y yo, incapaz de abortar mis abismos.
La cuna de una mujer no se llama María
bienaventuradas las que se esperanzan con vaginas
sublimes las idealistas acérrimas de realidad mal vista.
"una no nace mujer, se convierte en una"
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