Soy el
mar turbulento, impulsivo, implacable
impregnando
nácar de talento, en la arena
para
elevarse al firmamento, con tu amor
sujetado
de tu mano paterna, incondicional.
Soy agua
reflejando, como espejo tu grandeza
al
obtener imponentes olas, gracias a tu soplo,
soy
guiado en cariñosa marea, de tus consejos
para en
mi fuerza acarrear, nobles sentimientos.
Yo soy el
mar y tú eres el cielo
dos almas
unidas, en la línea del firmamento
pintada sublime, en la espectacular eternidad.
Eres el
cielo protector, inspirador, motivante
acompañando
con claridad, en mis tormentas
me
encaminas con el apoyo, de tus vientos
para ser
tu benefactor, de calma y generosidad.
Eres la
noble luz, iluminando mi rumbo, de vida
para
observar con admiración, tu grata herencia
y
depositar en mi belleza, el calor de tu corazón
para
cultivar en mí, la magia de tus cuidados.
Yo soy el
mar y tú eres el cielo
impuestos, por majestuosos dones naturales
pero tú arrullándome en paz, como mi padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario