La
inmensa estrella de fuego, se acerca a mí
por
encender en verano, la llama apasionada
y
plantarse en mi faz, calentando mis poros
al llenar
el crisol, incandescente del deseo.
Ritual
solar, se agita y quema en mis aposentos
con mi
tea figura sofocada, exudando éxtasis
al
liberar la roja ráfaga, dentro de mi seducción
y poseer
una cáustica diosa, de ardiente magia.
En los amaneceres, es atrapada mi ígnea pasión
para incinerar
con mi boca, la sensible epidermis
y con
tacto depositar, el vivo carbón de lascivia
impulsada
con epicúrea fuerza, de movimientos.
Mi primor
se prepara, para ser antorcha extendida
del cielo
canicular, que surge desde mis entrañas
irradiando
el fulgor, de convertirme en volcánica
cuando los rayos del astro inti, encumbren mi
ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario