GOTAS DE SAL

Mojada la pestaña
se gimotea a limpiarse
mientras suspira nada
en destilar las lagrimas
cicatrizantes de la fuerza
pero arañadoras del poder
y siempre el dolor persigue
por un daño y por otro
impidiendo plañir libre
por el mismo sollozo
ultrajado a merced
de la podagra mohína,
nunca los lamentos
sintieron tan poco
al rezumar una cura. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario