Se sofoca
en broncíneo
el verano
de la piel
se asola
del deseo
la avidez
por placer.
Sed entre
la desnudez
al borde
canicular
que emana
el interés
de la
fruta pasional.
Vino
granate
dulce
intrigante
amargo
provocador
a mi garganta
el ajetreo
y a las
entrañas el calor.
Bayas de
sensualidad
a orillas
de la agitación
se bañan
en fogosidad
para
invocar la convulsión.
Sí,
vencedor del fuego
ven acariciar carámbano
adentro
de un elixir
por
engullir al éxtasis
donde
quema mi cuerpo.