Profetízame…
con la
supresión de esa vocal patriarcal.
Adivíname…
el final
de mi doctrina en figuración sensual.
Vaticíname…
por la
justa propugna del implantar feminidad.
Preságiame…
sobre la
marcha de las putas en plena libertad.
Anúnciame…
para ser
sumisa cuántas vaginas deben corchar.
Veme…
el
marxismo de mujeres que nunca va a callar.
Intúyeme…
que
conocí al elipsis del machismo sin soberanía.
Presiénteme…
la fémina
emancipación de los golpes, la vesania.
Lúchame…
para
iluminar la decisión del cuerpo cual gobierno.
Ampárame…
bajo el bullicioso feminismo de mis silencios.
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