Tú me
enseñaste el placer del sonido
desnudos
en medio de una noche lluviosa
tus
manos recorren mi sonora piel
al
ritmo de las inquietantes guitarras.
Besos
melódicos me hunden entre las sabanas y el letargo
lento y
distorsionado las cuerdas van quebrándome junto con tu ímpetu.
Es el
elixir de las notas en el ambiente las que seducen mis sentidos
es mi
cuerpo tu guitarra el instrumento de tu
intenso amor
es una
noche donde estamos bañados en sudor alucinados por la música.
es un
rock endulzante el promotor del éxtasis
en los oídos.
Perdidos
entre el piano y una aguda voz cantamos nuestra canción de gemidos
se escucha
el suspenso en sus estrofas mientras palpitamos la voz de la lujuria
Somos
tú y yo amándonos escuchando un suave rock de satisfacción.
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