En la
lejanía de un bosque dorado
soy el
alma inquieta del follaje otoñal.
Hipnotizada
descanso en mi aposento de hojas secas
tratando
de olvidar la dureza invernal.
El frío
soplo del viento juega con mi vestido romántico de tul
sometiéndome
a tapar el cálido verano que ya no regresara.
Mis
lágrimas son elixir de vida de mi sueño floral
renaciente
en los días soleados de primavera.
Congelada
por tu partida guardare cuatro estaciones
mi corazón
proclamara el sabor de tus besos.
El
incesante grito de una hada estupefacta al observar
el
lejano cambio del atardecer de tus recuerdos.
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