Al píe de
una cama de hotel
una
botella de vino, te espera.
Espera,
saciar tu sed
y lento
hervir tus venas.
Al
escape, la explosión del liado corcho
con
ansias espera, desfogar las penas.
Sí,
prometo que la madrugada espera
encontrarte
exhausto y mojado.
Un sorbo prohibido,
un sorbo de vino tinto
te espera,
en el tiempo furtivo del hotel.
Espera,
fustigar los títulos de propiedad
cuando el
viñedo, es de otro dueño.
Porque
espera embriagarte, por un lapso
para
tomarte a escondidas.
Derramar
sobre tu piel, el rojo licor infiel
y expulsar
las huellas de las cavas
que nos
esperan...
Concluyen
las gotas del placer amargo
y las
copas retornan a las mesas
para
vivir en la sequedad ¡de la espera!
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