cubierto de lodo, por tu sucia vejación.
Mi amor puro y sincero, despreciaste
hendiendo mi corazón, con tu puñal.
Tósigo animal te convertiste, al cambiar
las amantes noches, con mi cuerpo
por el sexo foráneo, fugas y pasajero.
Cruenta herida, no puedo perdonar
el veneno de tu infidelidad, al tragar.
Pétreo sentimiento, surge adentro de mí
para verte a los ojos y reírme de ti.
Que una efigie majestuosa, como yo
jamás en tu vida, volverás a encontrar.
Muere agazapado, con mi desprecio
revolcándote por causa, de tu estupidez.
Mientras tanto, yo caminaré por la luz
encontrando felicidad, en los brazos
de un nuevo y honesto amor.
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