no quiero el desgaste, de pensar...
¿Porqué? nada es como anhelé
y busco una luz, para evolucionar.
Del día o la noche soy...
me permuto en blanco o negro
¿Quién me va escuchar?
si solo tengo dudas sombrías
cayendo en la lluvia, de mi ser
de muchas historias perdidas.
Sin consagrar mi diáfano rumbo
las borrascas, de mi ahogada alma
pretenden lento, brillar o apagarse
anulando el significado, del camino.
Esfuerzos por sanear mis heridas
el mártir dolor no limpió, de mi piel
vislumbro la bastedad, del desierto
llevándose trucos, de mi parsimonia.
Mil voces convencen, a mi conciencia
que mi mejor regalo, de grandeza eterna
es haberme equivocado, en desgracia
para salir y exigir a un nuevo futuro
donde sembraré, confortantes frutos
al cambiar los paisajes, con mi partida.
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