DEMONIO DE VANIDAD

Magnificencia camina. entre laureles
humillando, con alta suntuosidad
nunca desciende del pedestal
porque en los ojos proyecta, altivez.

Orgullosa de poseer, suertuda belleza
acciona arrogante, al cortar la cruz
para con envanecimiento, someter
a los dioses admirarla, eternamente.

Su vanagloria, es tremendo talento
de poner a los insulsos, a sus pies
con estilo sensual, siempre se jacta
de aprovecharse al conquistar.

Al cielo arriba destellada, en soberbia
desbordando la luz, de su hermosura
aumentando el volátil, engreimiento
de su efímero regalo, de suntuosidad.



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