OLVIDAR A ORILLAS

Caminaba por la playa
viendo nacer los sueños
escudriñando necesidades
sintiendo la arena ardiente
y las olas en el masoquismo
de las plantas de mis pies.

El sol atardecía ocultándose
en el quieto mar, donde flotaban
sirenas imaginarias, capturando
la efímera realidad, de mi llanto
de mi triste e inerme corazón.

Las gaviotas volaban, en claro cielo
de mis neutros impulsos, retardados
que inhibieron pensamientos, de amor
con las dudas de tu figura, quebranté
el reposo, de mis sonrisas dormidas.

Son las palmeras rodeadas, de calor
las promotoras, de derretir el hielo
monstruosamente impuesto, en mi alma
por el amargo sabor, de la deslealtad
recorrido con frío, en tus malos rincones.

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