Los
subversivos rugidos del tigre
han
vuelto a atronar ecos en mí.
Colmillos
quieren “carnivorizar”
metas,
propósitos y éxitos
adentro
de un conjunto unitario
cuando el
tigre salta felicidad…
Entre
florecientes edificios desechos
e
inocentes cardos polinizando putas
ese tigre
descendió en cenizas
para
dejar las garras al escarlata
y agredir
al mundo con la mirada.
Después
de una piel de cristal
después de
una rebeldía imponente
el tigre
nació a orillas de la muerte.
Pero el
tigre ha despertado otra vez
súper
feroz, porque le guía venéreo poder
con
incontables manchas líricas en su ser.
Dicen que
a los veintisiete se triunfa o se fenece
sin
embargo, este tigre ya está victorioso
dando la
recibida a un año más de su vida.